El día de ayer pude tener un adelanto del Día Internacional de la Mujer.
Ayer domingo nos fuímos a desayunar un rico pozole en un restaurante cerca de donde vive mi muy entrañable amiga.
Entre el rico aroma del pozole y un par de tostadas con crema, nos contó que en su trabajo la habían propuesto para desempeñar un trabajo adminsitrativo, mismo que podían hacerlo 6 personas, 5 hombres y mi amiga. Ella se negó a hacerlo, aunque se lo pintaban muy rimbombante, se mantuvo firme objetando el porqué no se lo daban a cualquiera de los otros 5, puesto que era algo administrativo y cualquiera podría hacerlo.
El encargado de proponerselo seguía en el intento de convencerla; sigó firme y él la observó para luego comentarle que pensaba que ella era muy tranquila pero que ya vió que tenía carácter.
Al final se la dieron a otra mujer que si aceptó.
Al terminar de contarlo la felicitamos, brindamos con un rico cafecito y le sentenciamos que ha empezado un camino sin retorno, el del feminismo laboral.
Felicidades amiga mía, orgullosa estoy de ti, tuviste que pasar por el proceso de la mariposa, como muchas y ahora tus alas estan listas para emprender el vuelo.
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