jueves, 25 de junio de 2009

Viejas generaciones - nuevas generaciones, ¿ruptura entre lesbianas?

Próximas reuniones 2011:

26 Nov / 10 dic

Nos reunimos en sábado cada 14 días de 11:00 am a 14:00 pm en el Centro Cultural de la Diversidad, Colima 267 casi esq. Av. Insurgentes, México, D.F cooperación $40.00,


Por Haideé Mata. En el grupo “Mujeres Mayores de 30” creado hace 10 años, la presencia de las mujeres de la tercera edad o adultas mayores, como se les nombra hoy en día, se ha caracterizado por su poca asistencia y en varios casos por intervalos cortos.


Cuando han llegado mujeres de más de 60 años, ellas, han tratado de integrarse a las demás cuyas edades varían entre los 30 y 55 años. Nuestras amigas manifiestan su incomodidad de no poder adaptarse a comunidades más jóvenes que ellas. Una causa pudiera ser que:
“... Hay más de un tipo de experiencias y lo curioso es la manera como se multiplican, porque además de una primera vez, hay también otra primera vez sobre la anterior. Evidentemente las mujeres mayores tienen más que decir, porque las mujeres jóvenes se encuentran en las primeras fases del vivir y hablan de sus recientes experiencias; pero las mayores ya cuentan con las segundas, las terceras, las cuartas, etc., o sea, las experiencias sobre las experiencias que a veces se han vivido repetidamente, pero en ocasiones, no las pudieron entender, y esto también identifica de modo diferente.”[1]
La convivencia entre todas las del grupo abre la posibilidad de expresar las inquietudes de la mujer madura y en la mayoría de ellas hay un temor oculto al nombrar los años de vejez.

Es cierto que el vivir es como una ondulación: comenzamos de cero, llegamos a la cúspide y hay un declive, y el negar esto es negar el ciclo de la vida. Si sólo habláramos puramente de lo biológico, la mujer vive su ciclo muy concreto: nacimiento, crecimiento, desarrollo hormonal, menstruación, sexo, maternidad, menopausia, vejez y muerte.
Desde el punto de vista social, a la mujer se le impone desempeñar un papel que en el transcurso de su vida se transforma en varios papeles: Cuando un ser humano nace con vagina y sin pene se le nombra niña; mientras crece, esa misma niña tiene que aprender a comportarse conforme al género que le corresponde. Tendrá que vivir con los altibajos de sus hormonas y al comenzar a menstruar estará lista para engendrar, fin único del desarrollo de la sexualidad de la mujer. El sexo si lo disfruta es una puta, si lo reprime es una frígida. La menopausia, escalón último del desarrollo físico, mental y social, fin del atractivo de la mujer, decadencia e inestabilidad. Y por último la vejez: total declive de sus funciones, sobre todo la sexual. De ahora en adelante esperar la muerte con dignidad.

Con este panorama desolador traté de documentarme y descubrí que la literatura es escasa y las investigaciones en torno a la vejez de las lesbianas en México es casi nula. Una explicación pudiera ser que somos un sector doblemente discriminado: primero por ser mujeres y después por ser lesbianas, en donde históricamente se nos ha tratado de envolver en un manto invisible para no reconocernos y eso, aunado al poco interés que genera el estudio hacia la vejez en sí da como resultado la escasez de estudios.

Las lesbianas que hoy rebasan la edad de 65 o 70 años se guardan en sus casas bajo el cobijo de amigas y familiares cercanos o de alguna que otra pareja que dure hasta esos días. Un alto porcentaje de ellas se encuentran encerradas en un closet de por vida, cuidando nietos, ya que tuvieron que casarse y procrear.

“Muchas lesbianas de edad avanzada han experimentado una sociedad mucho más prejuiciosa que la actual. Aquellas que fueron jóvenes en los años treinta, cuarenta y cincuenta les tocó vivir la época en que los contactos lésbicos se consideraban ilegales y podían ser castigados.”[2]

No es de extrañarse que al grupo lleguen mujeres casadas con hijos y hasta con nietos, que no han tenido ninguna experiencia en el mundo lésbico y que al enterarse de la existencia del mismo, asisten porque el closet en el que han vivido las ahoga e intentan darle respuestas a interrogantes que las ha acompañado a lo largo de sus vidas.
Algunas se han descubierto incapaces de poder enfrentar la homofobia imperante en la sociedad, así como su propia homofobia internalizada, y regresan a ese closet del cual ya no intentaran salir por el miedo que les causa desafiar la gran carga de culpabilidad que les genera reconocerse como lesbianas.
La homofobia no sólo es el miedo o rechazo a la relación sexual entre personas del mismo sexo, ni es sólo de los heterosexuales, los mismos homosexuales experimentan homofobia, como dice Marina Castañeda: “¿…Qué sucede cuando una persona es expuesta desde su más temprana infancia a cierta idea? En pocas palabras, la va internalizando; la hace suya, la adopta de manera inconsciente,…En esas circunstancias, la homofobia se vuelve aparentemente natural”[3].

Por otro lado, están las que optaron por seguir adelante y se enfrentan a los lugares de la comunidad lésbica que son frecuentados por mujeres jóvenes que de alguna manera les ha tocado vivir épocas más idóneas para el desarrollo de su preferencia sexual.

Y sin que se desee, se abre una brecha entre lesbianas: Por un lado están las que se asumen desde una perspectiva política y crítica a temprana edad en estos tiempos y por el otro, las que han tenido que llevar a cuestas la represión a su inclinación sexual en épocas pasadas.

Pasaron los años de disco; pasaron los días de excesos y glorias ganadas, cuando en algunos casos esa energía se podía enfrentar al muro gigantesco de la discriminación y de la homofobia, ahora, se levanta otro muro, el de la discriminación hacia la vejez y lo que conlleva: declive físico, soledad y pobreza entre otros aspectos.

Beatriz Gimeno nos explica que: “Vivimos en una época que ha convertido la vejez en una palabra sucia. La gente gasta mucho dinero, esfuerzo, tiempo y salud, en parecer más joven de lo que es realmente. … en una loca carrera para huir de algo que, indefectiblemente, nos terminará alcanzando. El mito de la juventud se ha instalado definitivamente entre los gays, quienes han creado y sostienen una subcultura en la que se rinde culto a la juventud y en la que se desprecia y se denuesta, hasta límites increíbles, a los ancianos.”[4]

La experiencia del advenimiento de la vejez en las mujeres se asemeja al arribo de un familiar incomodo, con el que tienes que convivir pero te incomoda su presencia.

Simone de Beauvoir nos explica el proceso de envejecimiento: “En la mujer la función reproductora se interrumpe brutalmente a una edad relativamente temprana… hacia los 50 años se produce un brusco corte: la menopausia. Se detienen el ciclo ovárico y la menstruación, los ovarios se esclerosan; la mujer no puede ya fecundar. Desaparecen los esteroides sexuales y los órganos sexuales involucionan.”[5]

No hay diferencias sustanciales en cómo envejecen las heterosexuales y las lesbianas, mujeres al fin, recorremos el mismo declive físico.

Las lesbianas de la tercera edad al igual que las heterosexuales tienen frecuentes episodios de depresión. Nuestras compañeras comparten los momentos en que se hace presente la tristeza en ellas y nos hacen participes de sus angustias y temores.
“Sabemos que las lesbianas ancianas corren un mayor riesgo de sufrir depresión ya que sufren rechazo e incomprensión.”[6] Depresión que en muchos casos se viene arrastrando toda la vida, desde la infancia hasta la edad madura. “En la mayoría de las personas se puede encontrar las causas en experiencias de su niñez que las hicieron más propensas a ella. Por ejemplo: el rechazo, el abandono, la indiferencia y la falta de amor…” [7].

Partiendo de las vivencias de quienes van al grupo y generando pláticas entorno a la tercera edad, el futuro que se vislumbra es de incertidumbre.

No todas las lesbianas llegan a la vejez con la confianza de llevar una vida digna, se enfrentan al desempleo, falta de políticas de salud que sean acordes a su preferencia sexual y discriminación tal vez dentro de la misma comunidad lésbica.
En más de una ocasión, las compañeras han expuesto sus vivencias de que en edades avanzadas, se ha perdido el trabajo y las posibilidades de encontrar otro se limitan, la vejez se vuelve un estorbo; están las que se pensionan y que en muchos casos no alcanza para satisfacer las necesidades de salud, comida y techo.
Aunque en años recientes por políticas de Estado, se ha comenzado a ver a los sectores de las mujeres y los adultos mayores, mismos que siempre fueron olvidados y discriminados; resultan insuficientes para atender la demanda que irá en aumento en las siguientes décadas.

“Estudios de organizaciones no gubernamentales y cálculos de líderes del movimiento gay sostienen que al menos el 10 por ciento de la población (10 millones de mexicanos y mexicanas) componen la comunidad homosexual del país; mientras que 2 de cada 10 mexicanos tienen más de 60 años y, por tanto, son consideradas personas de la tercera edad. Con base en estos cálculos, existen en México alrededor de 2 millones de adultos mayores con prácticas homosexuales, quienes no cuentan con grandes percepciones económicas, sobreviven con pensiones de menos de 500 pesos mensuales y no cuentan con servicios de seguridad social.”[8]

En cuanto a la salud; las lesbianas mayores que asisten al grupo comentan que quienes dan servicios médicos no tienen la preparación y sensibilidad para atender de manera integral al sector lésbico; situación que se repite a cualquier edad pero que con el paso del tiempo se acentúa, ya que al consultar a un ginecólogo y comentarle su preferencia sexual se topan con prejuicios.

Las lesbianas han declarado que se sienten maltratadas y muchas veces humilladas por los ginecólogos, en quienes no pueden confiar para contarles sus problemas de salud. "Esta reticencia para acudir al especialista es lo que ha convertido al lesbianismo en un factor de riesgo frente a determinadas enfermedades de origen ginecológico, como el cáncer de mama o de cuello de útero, o de ovarios." [9]

Se tiene la creencia, aun entre los médicos, de que la sexualidad se acaba con la edad, sin poder comprender que el sexo acompaña a las mujeres en general hasta el final de sus días.

Otro tópico que se maneja en las pláticas generadas en torno a la vejez entre nosotras, es a veces la sutil y en otras la marcada marginación de la que son objeto las lesbianas mayores dentro de la comunidad lésbica.

Aunque se mencione la solidaridad y buena voluntad de las distintas generaciones por entablar puentes de comunicación, existe un tenue cambio de actitud dependiendo de las edades.

Se ha observado que las relaciones de pareja en que una es mucho más grande que la otra, se manejan como si se tratará de un contrato de compra-venta: “Yo te ofrezco juventud y tú me ofreces estabilidad económica”. No es una constante pero la frecuencia con la que se da este tipo de relaciones, es demostrativa de que en edades más avanzadas, para conseguir pareja la estabilidad económica es determinante, aun entre las de la misma edad.

Viejas generaciones - nuevas generaciones, ¿ruptura entre lesbianas?
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Navegando por Internet donde la cibernauta es mayoritariamente joven, la vejez genera poco interés en páginas lésbicas donde existen foros de discusión. Al participar en ellos abriendo temas sobre las lesbianas y sus relaciones dependiendo de la edad; la escasa participación es evidente, mas, las opiniones vertidas por las pocas participantes, demuestran simpatía hacia las de mayor edad, opinando que a veces las de edad avanzada son las que se marginan a sí mismas.

Afirmación que es compartida por las integrantes de menor de edad en el grupo, donde cuestionan el porqué se les imputa a las jóvenes la apatía hacia las adultas mayores cuando ellas, las jóvenes, están interesadas en convivir con mujeres de la tercera edad ya que se les hace atractivo aprender de ellas.

Pudiera reflexionarse que existen puentes de comunicación entre generaciones pero la falta de conocimiento en torno a las vivencias de cada generación crea la idea de ruptura generacional.

No todo es desolador para la vejez de las lesbianas en México, existen propuestas para amortiguar los efectos de la tercera edad, mismas que tendrán que madurar a partir de acciones encaminadas a crear proyectos específicos.

Entre las propuestas se encuentran lugares de descanso como es el caso en Veracruz, donde se ha comenzado un proyecto que va dirigido a las lesbianas de la tercera edad. Espacio creado por las propias lesbianas de allá, en un intento por crear estancias donde de manera integral las mujeres se junten y se solidaricen para afrontar los embates del arribo de la vejez.

Lidia Tirado, la otra coordinadora del grupo, tiene en mente una propuesta de un asilo para lesbianas donde prevalezca el respeto a la adulta mayor de la diversidad sexual.

Las amigas son germen para la creación de redes de solidaridad donde se preverá no llegar en el desamparo que conlleva ser adulta mayor.

Es importante la creación de grupos o espacios de mujeres de la tercera edad para que se reúnan y se sientan a gusto con sus iguales, sin olvidar la sana convivencia entre las diferentes generaciones y así propiciar la ayuda mutua entre todas las lesbianas.

Los lazos emocionales existentes entre las mujeres que son amigas constituyen una fuente de fuerza, bienestar y salud. Se sabe que las amigas contribuyen al fortalecimiento de la identidad y protección de nuestra comunidad. Por eso es importante que nosotras las mujeres tengamos amigas, cadenas de amigas que nos ayuden y nos fortalezcan.¿Qué necesita la mujer de cualquier edad?

“Necesita cariño, descanso, diversión, reconocimiento, ser admirada, sentirse guapa y atractiva, aprender cosas nuevas y contribuir al desarrollo de la sociedad.[10]- y una forma de lograrlo es animarnos y aplaudirnos mutuamente.”[11]

Para terminar me gustaría citar a Laura Eiven, Coordinadora del Área de Investigación, cuyo texto extraído de su ponencia en el Foro de Salud Sexual me parece que también incluye a las lesbianas en su vejez:

“Las lesbianas no estamos representadas por ninguna; el abanico de situaciones posibles es infinito como tantas lesbianas hay; algunas tocan el cielo con las manos y otras tocan fondo, unas hacen el amor hasta estallar y otras estallan en mil pedazos dándose contra la pared, contra la injusticia y contra la impotencia; algunas hacen camas de tres o cuatro y otras no tienen cama porque no tienen empleo y se quedaron en la calle.

Están las que hacen el amor con todo el cuerpo y quienes ni sienten que lo tienen de tanta negación, rechazo o invisibilidad; están las sadomasoquistas y las que salen a pintar consignas de liberación de las ataduras; están las que se pasan horas mirándose al espejo para arreglarse y las que desterraron el espejo de sus baños porque no pueden ni mirarse.

Las que pueden reunirse en familia y las que solo se familiarizaron con la soledad porque todos le dieron la espalda; las que aman a otra hasta la locura y las que son tomadas por locas cuando dicen que aman a otra, las que hacen el amor como ninguna, porque como nadie, conocen el cuerpo que tocan y las que como odian su cuerpo no pueden tocarse ellas como a nadie, están las que sienten fuego de tanta pasión y las que se consumen a diario por la opresión del silencio. Y más.”

_______
[1] Lidia Tirado. Coordinadora del grupo: “Mujeres Mayores de 30”. Conferencia en la marcha de orgullo en Puebla, 2003.
[2] Extracto de "Homosexualidad es Amor" Informe de la RFSL: Federación Nacional por la Igualdad Sexual – Suecia
[3] Marina Castañeda, “La experiencia Homosexual”, Editorial Paídos, 1999, España. Pág. 111.
[4] Beatriz Gimeno, X. Lesbianismo y vejez: una combinación no demasiado mala, Presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FELGT) (España)
[5] Simone de Beauvoir, La vejez, Ed. Edhasa, Edición Edhasa 1983, Pág. 35
[6] Asunción Lara, María, ¿Es difícil ser mujer? Una guía sobre la depresión, octava reimpresión, 2005, Instituto Nacional de psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, Pág. 118
[7] Ídem. Pág. 53
[8] Mario Mendoza, Homopolis. Año 1, Número 31, Primera de dos partes,
[9] Beatriz Gimeno, X. Lesbianismo y vejez: una combinación no demasiado mala, Presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FELGT) (España)
[10] Ídem. Pág. 103
[11] Ídem Pág. 127

9 comentarios:

Anónimo dijo...

tengo 38 y tengo una relación de 5 meses con una mujer de 61. A veces me siento muy bien pero a veces, no lo puedo evitar , me porto grosera por que me cae mal y no me checan sus comentarios y actitudes. He querido terminar y ella se pone muy mal. Yo cedo por que me siento muy mezquina de portarme mal cuando ella busca tenerme contenta. A veces no se que hacer. Dudo en dejarla pero cuando ando de payasa, quisiera no verla mas.Sé que está mal. No se que hacer. Sara

UNCUENTOLLENODEVENTAJAS dijo...

Conozco unpoco de tu grupo pero me interesa mucho el trabajo que hacen, una felicitación.

Haideé Mata dijo...

Sara:

Pues he de decirte que Dra. Corazón no soy más si gustas te doy mi opinión personal.

Creo que deberías de terminar con ella, creo, que las 2 no se merecen una relación tensa y conflictiva.

Tienes que ser firme y no caer en chantanjes por parte de ella, igual y no lo hace de mala onda, pero el ponerse mal cuando intentas terminar no se vale, así como no se vale que te portes agresiva con ella.

Terminen, es por bien de las dos, claro, simple pinión mía.

Haideé Mata dijo...

UNCUENTOLLENODEVENTAJAS:

Pues gracias por la felicitación, el grupo "Mujeres Mayores de 30" es referente de mi tránsito por este mundo raro, por este mundo lésbico, por este mundo mío.

Saludos amigo.

Ursula Sánchez dijo...

Dudando
Hola Soy una mujer de 31 años y quiciera asistir al grupo sólo que no encuentro ninguna información actualizada del grupo, y quiciera saber si aún se siguen reuniendo, y que necesito hacer para asistir asus reuniones.
Gracias

Haideé Mata dijo...

Ursula:

Pues bienvenida a este tu grpo, te envío la información pertinente y espero nos conozcamos pronto.

Saludos

INFORMACIÓN:

Dr. Lucio No. 102, Esq. Dr. Navarro, Edif. A-1, Depto. 302, Col. Doctores, A 2 calles del Metro Niños Héroes.

Saliendo del Metro rumbo a Av. Cuauhtemoc, 1 calle y dar vuelta a la derecha, pasando a la siguiente calle edificio de ladrillo grande, en planta baja hay una agencia de viajes.

Horario: 11:00 am a 14:00 pm

Cooperación: $30.00 (monedas)

Correo: tirado30@yahoo.com.mx

REUNIONES 2010:

Febrero 6 y 20 / Marzo 6 y 20 / Abril 3 y 17 / Mayo 1, 15 y 29 / Junio 12 y 26 / Julio 10 y 24 / Agosto 7 y 21 / Septiembre 4 y 18 / Octubre 2, 16 y 30 / Noviembre 13 y 27 / Diciembre 11 /

Anónimo dijo...

Hay momentos en mi vida que en verdad me siento inmensamente sola, cuando suele pasar eso, entro a los chat, pero al apagar la computadora creo que me siento peor. Así que empece a buscar grupos de Lesbianas Maduras en en google y vi tu pagina. Cuando empece a leer tu articulo vi tantas cosas reflejadas de mi vida en el, que no hice mas que llorar, llorar y no dejar de llorar.
Conmiseración tal vez pero en estos momentos de mi vida, no se que pensamientos y sentimientos tener.
tengo 49 años y desde que me di cuenta que algo "no checaba en mi" mi vida ha sido un tormento.
Me case, tuve hijos, pensando que mi vida podía cambiar, que mis pensamientos podían cambiar, que mis sentimientos podían cambiar y al final, por mas que quise ahogar, reprimir y destruir esa "anormalidad" no pude.
Cuando vi que no pude desee con toda mi alma, con todo mi corazón, morir.
Por que ser algo que yo no pedi ser, por que ser algo que me causa tanto sufrimiento,por que ser algo a lo cual humillan, desprecian y en algunos casos pueden sentirse con el derecho de asesinar. Hoy es domingo el miércoles me dan los resultados de los análisis, tal vez sea cancer de seno, me dijo a mi misma" no es lo que deseabas" y saben que, tengo miedo, mucho miedo.

Haideé Mata dijo...

Amiga de 49 años.

Mujer hermosa, de igual forma me llegué a sentir, de igual forma anduve por la vida tratando de encontrarme y de negar lo que soy.

Yo, Haideé Mata salí del closet a los 33 años; de igual forma tuve momento muy dolorosos por no ser como las demás, de igual formar intenté ser "normal" pero gran falacia, nunca lo conseguí, simplemente porque lo normal es lo que cada quien es y siente.

Nunca se es tarde, sé que tienes una familia heterosexual, la decisión es sólo tuya, sólo te invito a conocer esa parte que has tenido reprimida toda tu vida, te invito a asistir al grupo de "Mujeres Mayores de 30" para reencontrarte.

En cuanto a tu salud espero sinceramente que no sea un cancer y en el caso de que así sea no estas sola, estoy contigo a tu lado dándote fuerza y valor para seguir adelante.

Si crees en un Dios, creéme que el verdadero Dios te ama y no tiene nada que reprocharte en cuanto a tu preferencia sexual, él siempre te amará.

Nos reunimos en sábado cada 14 días de 11:00 am a 14:00 pm en el Centro Cultural de la Diversidad, Colima 267 casi esq. Av. Insurgentes, México, D.F cooperaqción $40.00,

NOS REUNIMOS ENTRE 30 Y 35 MUJERES que tenemos en común el amar y desear a otra mujer, no estas equivocada y no estas sola.

La próxima reunión es el 26 de Noviembre de este 2011. Te espero para poder abrazarte y darte un beso cálido en la mejilla y decirte: Bienvenida.

Anónimo dijo...

Haideé Mata.

Agradezco infinitamente tu solidaridad.
Por el momento no me es posible viajar para acompañarlas, ya que radico en el Estado de Oaxaca.
En cuanto a lo otro, desde 2009 está latente esa probabilidad y cada que se acercan los estudios, me siento muy tensa, creo que ese domingo al leer tu artículo, me desahogue.
Nuevamente Gracias.

  “Mujeres Mayores de 30” Cafetería: “Somos Voces” Niza 23 5 de noviembre Cooperación: $50.00 11:00 a 14:00 Hrs.   Licenciada ...