Por Juana Guzmán. Compañeras, una vez más hemos sido coartadas en nuestros derechos humanos el día de ayer 7 de marzo sábado por la noche, la Compañera Mariana Pérez y yo Juana Guzmán nos dispusimos a realizar la distribución de propaganda de la marcha lésbica, anduvimos alrededor de las 9:00 de la noche por la calle de Amberes en Zona Rosa; estábamos animadas pues la respuesta para con la realización de la marcha fue positiva, no obstante nos disponíamos a ir a otro lugar por Niza, cuando quisimos intentar pegar un cartel adherible, nos dimos cuenta que dos policías nos habían visto y de inmediato lo quitamos volteamos a ver a los policías y les dijimos que si eso no estaba permitido, pero que ni siquiera lo pusimos, ellos dijeron lo mismo y nosotras agarramos nuestras cosas retirándonos de ahí, los policías se dispusieron a seguirnos.
La compañera Mariana se detuvo y les decía que ya no había pasado a que además ya nos iríamos por que nos seguían, un policía de los dos que nos estaban siguiendo se refería en todo momento que le faltamos al respeto y que por eso íbamos a ser tratadas igual, nosotras le dijimos que como servidor publico el era el que nos estaba molestando, de repente empezó a hablarle a varias patrullas, nosotras extrañadas le decíamos que nuestros derechos humanos como ciudadanas de esta ciudad estaban siendo violentados por este policía.
Mariana empezó a preguntarle a este policía como se llamaba y de inmediato se quito la insignia, Mariana seguía insistiendo en que se identificara y solamente puso su mano en su pistola y estaba con su radio riéndose y haciendo llamadas en clave, Mariana seguía argumentando que era servidor publico, que se identificara, les solicito a varios policías que le proporcionaran su nombre , todos se agachaban y se escondían, de inmediato llegaron más policías y nos vimos rodeadas por ellos, una mujer policía llegó a según a negociar, pero por más que le explicamos que no habíamos cometido ningún delito, nos insistía para a retirarnos de ahí y abordar una patrulla, el policía que había sentido que le faltamos al respeto desapareció, nosotras sorprendidas de cómo se fue escabullendo y sus compañeros lo taparon.
Nos dimos cuenta que ya no estaba siendo seguro para nosotras estar ahí y yo de inmediato le llamé a la compañera Norma Díaz, la cual nos recomendó no subirnos a ninguna patrulla por que no habíamos cometido delito alguno y nos pidió que nos esperáramos, les comunicamos a los policías que iríamos a donde nos dijeran, pero primero queríamos la dirección cosa que no nos dieron y también que esperaran a que viniera una persona conocida o familiar que ya les habíamos hablado, siguieron insistiendo.
Mariana mantuvo la calma, siempre defendiendo nuestro derecho a saber a dónde nos llevaban y por qué; caminamos a la esquina de Amberes y Liverpool, no estoy segura de las calles, y ahí fue donde empezaron los jaloneos, la compañera Mariana cooperó al ver que ya estaban siendo más violentos, se subió a la patrulla, yo trataba de hacer tiempo ya que la compañera Norma me había dicho en la llamada que le hice que ya estaba cerca, que no nos subiéramos, de repente algunas 5 o 6chavitas que nos habían visto repartir volantes se acercaron y empezaron decirles a los policías que nos dejaran que no estábamos haciendo nada, los policías solo me dijeron que no lo hiciera más difícil y me jalaron, sintiendo solo dos golpes en la espalda y mi brazo de repente fue doblado hacia atrás de mi espalda con fuerza sentí como jalaron mi cabello y mi cuello era doblado hacia delante, fueron como cuatro policías los que de repente sentí sometiéndome metiéndome a la patrulla diciéndome órale chinga no estamos jugando, dentro de la patrulla nos pregunto la mujer policía ahora si ¿Qué fue lo que paso?,le volvimos a explicar y le dije si tu con ese uniforme eres igual que ellos pero cuando no lo tengas serás igual que nosotras mujer y así como nos han tratado a nosotras así te trataran, por que lo que le molesto a tu compañero es que éramos mujeres y como dos mujeres le íbamos a faltar el respeto , ella nos trataba de convencer de lo contrario.
Llegamos a el ministerio publico, ahí ya estaba la Compañera Norma Díaz, quien hablo por unos minutos con el Comandante jefe de todos los pinches policías, mientras esto sucedía una policía seguía provocándonos, la compañera Norma se nos acercó y nos recomendó que nos tranquilizáramos que efectivamente ellos habían abusado de su autoridad, nos quedamos calladas, se acercó el Comandante y nos dijo “El pegar carteles en espacios públicos es una sanción, hay un reglamento, me entienden” ahorita se va a reportar que se irán, y si quieren podrán repartir su propaganda, también vamos a avisar que lo harán y que no se les moleste, no queremos que crean que tenemos algo en contra de lo que ustedes representan, nosotros sabemos que y bueno un discurso que no escuche y cuando nos dijo bueno váyanse.
Compañeras nuestros derechos no son negociables, ni nuestra libertad, no somos delincuentes no habíamos cometido ningún delito solo por que un policía se sintió ofendido por nuestra presencia o por lo que decía nuestro cartel, en que pinché país estamos que ahora las emociones de un cabrón con placa y pistola nos puede detener y pisotear solo por que sintió, pensó y después otro más pendejo o con charola de COMANDANTE nos dice váyanse no crean, no piensen.
Por eso nos detuvieron, por que en este país estamos en un golpe de estado disfrazado de Democracia, por que el estado tiene miedo de que las mujeres estemos cuestionando, hay mucho que decir, por mi parte y desde mi mirada les comparto lo sucedido, se y estoy segura que la compañera Mariana les compartirá más de lo que vivimos la noche del sábado
Juana Guzmán
4a Marcha Lésbica
En cada beso una revolución
Cd. de México 2009
21 de marzo 3 de la tarde,
Del Zócalo al Monumento a la Revolución
http://www.marchalesbica.com/
La compañera Mariana se detuvo y les decía que ya no había pasado a que además ya nos iríamos por que nos seguían, un policía de los dos que nos estaban siguiendo se refería en todo momento que le faltamos al respeto y que por eso íbamos a ser tratadas igual, nosotras le dijimos que como servidor publico el era el que nos estaba molestando, de repente empezó a hablarle a varias patrullas, nosotras extrañadas le decíamos que nuestros derechos humanos como ciudadanas de esta ciudad estaban siendo violentados por este policía.
Mariana empezó a preguntarle a este policía como se llamaba y de inmediato se quito la insignia, Mariana seguía insistiendo en que se identificara y solamente puso su mano en su pistola y estaba con su radio riéndose y haciendo llamadas en clave, Mariana seguía argumentando que era servidor publico, que se identificara, les solicito a varios policías que le proporcionaran su nombre , todos se agachaban y se escondían, de inmediato llegaron más policías y nos vimos rodeadas por ellos, una mujer policía llegó a según a negociar, pero por más que le explicamos que no habíamos cometido ningún delito, nos insistía para a retirarnos de ahí y abordar una patrulla, el policía que había sentido que le faltamos al respeto desapareció, nosotras sorprendidas de cómo se fue escabullendo y sus compañeros lo taparon.
Nos dimos cuenta que ya no estaba siendo seguro para nosotras estar ahí y yo de inmediato le llamé a la compañera Norma Díaz, la cual nos recomendó no subirnos a ninguna patrulla por que no habíamos cometido delito alguno y nos pidió que nos esperáramos, les comunicamos a los policías que iríamos a donde nos dijeran, pero primero queríamos la dirección cosa que no nos dieron y también que esperaran a que viniera una persona conocida o familiar que ya les habíamos hablado, siguieron insistiendo.
Mariana mantuvo la calma, siempre defendiendo nuestro derecho a saber a dónde nos llevaban y por qué; caminamos a la esquina de Amberes y Liverpool, no estoy segura de las calles, y ahí fue donde empezaron los jaloneos, la compañera Mariana cooperó al ver que ya estaban siendo más violentos, se subió a la patrulla, yo trataba de hacer tiempo ya que la compañera Norma me había dicho en la llamada que le hice que ya estaba cerca, que no nos subiéramos, de repente algunas 5 o 6chavitas que nos habían visto repartir volantes se acercaron y empezaron decirles a los policías que nos dejaran que no estábamos haciendo nada, los policías solo me dijeron que no lo hiciera más difícil y me jalaron, sintiendo solo dos golpes en la espalda y mi brazo de repente fue doblado hacia atrás de mi espalda con fuerza sentí como jalaron mi cabello y mi cuello era doblado hacia delante, fueron como cuatro policías los que de repente sentí sometiéndome metiéndome a la patrulla diciéndome órale chinga no estamos jugando, dentro de la patrulla nos pregunto la mujer policía ahora si ¿Qué fue lo que paso?,le volvimos a explicar y le dije si tu con ese uniforme eres igual que ellos pero cuando no lo tengas serás igual que nosotras mujer y así como nos han tratado a nosotras así te trataran, por que lo que le molesto a tu compañero es que éramos mujeres y como dos mujeres le íbamos a faltar el respeto , ella nos trataba de convencer de lo contrario.
Llegamos a el ministerio publico, ahí ya estaba la Compañera Norma Díaz, quien hablo por unos minutos con el Comandante jefe de todos los pinches policías, mientras esto sucedía una policía seguía provocándonos, la compañera Norma se nos acercó y nos recomendó que nos tranquilizáramos que efectivamente ellos habían abusado de su autoridad, nos quedamos calladas, se acercó el Comandante y nos dijo “El pegar carteles en espacios públicos es una sanción, hay un reglamento, me entienden” ahorita se va a reportar que se irán, y si quieren podrán repartir su propaganda, también vamos a avisar que lo harán y que no se les moleste, no queremos que crean que tenemos algo en contra de lo que ustedes representan, nosotros sabemos que y bueno un discurso que no escuche y cuando nos dijo bueno váyanse.
Compañeras nuestros derechos no son negociables, ni nuestra libertad, no somos delincuentes no habíamos cometido ningún delito solo por que un policía se sintió ofendido por nuestra presencia o por lo que decía nuestro cartel, en que pinché país estamos que ahora las emociones de un cabrón con placa y pistola nos puede detener y pisotear solo por que sintió, pensó y después otro más pendejo o con charola de COMANDANTE nos dice váyanse no crean, no piensen.
Por eso nos detuvieron, por que en este país estamos en un golpe de estado disfrazado de Democracia, por que el estado tiene miedo de que las mujeres estemos cuestionando, hay mucho que decir, por mi parte y desde mi mirada les comparto lo sucedido, se y estoy segura que la compañera Mariana les compartirá más de lo que vivimos la noche del sábado
Juana Guzmán
4a Marcha Lésbica
En cada beso una revolución
Cd. de México 2009
21 de marzo 3 de la tarde,
Del Zócalo al Monumento a la Revolución
http://www.marchalesbica.com/
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