2 de octubre no se olvida

Aunque el neoliberalismo quiera olvidarlo.

2 de octubre de 1968. Fecha marcada por el despotismo en México que acalló la voz de estudiantes. Voz viva que se ahogó en su propia sangre a manos de militares; militares que cuando son usados para reprimir a la sociedad civil terminan siempre desenmascarando la cara oscura de la represión gubernamental.

2 de octubre no se olvida, aunque los medios de comunicación quieran ahora hacer creer que es necesario olvidar. La historia es cíclica y se repite pero la memoria social es susceptible al olvido por lo que hay que mantener viva la memoria de los excesos del poder.

La matanza de los estudiantes no hay que olvidar; así como la matanza de miles de indígenas en el interior del país; así como la violación y muerte de Ernestina Ascensión (anciana de una localidad de la Sierra de Zongolica, Veracruz); asícomo las violaciones tumultuarias a sexoservidoras; así como los hechos de Atenco; así como los niños y niñas violadas y explotadas sexualmente por pedrastras sean sacerdotes o gobernadores; así como; así como...

No olvidemos; olvidar es permitir que se extermine la voz del ser humano libre, si es que puede decirse una libre cuando se está sumergida en la contemplación y complacencia de sucesos que a diario nos invitan a olvidar.