viernes, 17 de agosto de 2007

Murió Esperanza Brito de Martí




Ayer 17 de agosto, murió Esperanza Brito de Martí

24 años de lucha feminista fuera y dentro del sistemapatriarcal. México D.F., Julio 1998 (Britta Scholtys/CIMAC). -

Fue una niña tímida, insegura y seria, su educación conservadora la llevo a seguir los patrones culturales - tradicionales; se casó a los 19 años, fue ama de casa y madre de seis hijas e hijos.

Hoy Esperanza Brito deMartí, es una de las feministas mexicanas más reconocidas, y su nombre firma por la lucha de mas de20 años a favor de los Derechos Humanos de las mujeres. En octubre de 1998, con la apertura del primer Centro Integral de Apoyo a la Mujer en el Distrito Federal, que lleva su nombre “Esperanza Brito de Martí”, recibió el reconocimiento público por su compromiso feminista. “Fue una sorpresa enorme para mí, pues los homenajes en vida son muy escasos”, dice Esperanza Brito, entrevistada en las oficinas de la revista Fem, la cual dirige desde 1987. Y si, le cuesta admitir que se siente contenta y orgullosa por el hecho de que fue honrada por su lucha a favor del respeto a los Derechos Humanos de las mexicanas, pues –explica- “las mujeres siempre sentimos que no nos merecemos los reconocimientos, y a mí, el homenaje me compromete aun más a seguir luchando por la plena equidad de las mujeres y de cumplir con las expectativas hacia mí”.Antes de convertirse en personaje público y feminista militante, Esperanza se había instalado en la domesticidad, dedicándose a la crianza de sus hijas e hijos y a los quehaceres del hogar; refugiándose en el espacio protegido del matrimonio y del seno familiar, después de haber vivido una infancia y adolescencia marcada por un padre dominante.

Como líder de un movimiento político en 1935 y luego rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “mi padre, Rodolfo Brito Foucher, fue un personaje avanzado en sus ideas respecto a que las mujeres debían prepararse y estudiar una carrera, pero muy conservador dentro del núcleo familiar”, recuerda la directora de la revista feminista Fem.“En casa, yo me sentía segura y podía ser natural y alegre, pero fuera de ella era de una timidez terrible, insegura, callada y seria”, cuenta Esperanza Brito. Su vida cambió, cuando a los 35 años empezó a preguntarse si su objetivo era “40 años más a pelar papas, doblar calcetines e inventar guisos, a pesar del gran amor que sentía y siento por mi familia”, explica Esperanza, y añade que la convicción feminista se la debe a su madre, quien “a la edad de 55 años se volvió feminista, antes de mi”.

“Mi madre me inició en la ideología feminista alrededor de 1966; y la verdad, no compartía muchas de sus ideas, y hasta me escandalicé cuando leí un artículo de mi mamá en el Universal –en ese entonces, ella era periodista- que se titulaba “Yo si soy feminista”, cuenta sonriente la feminista. Por la lectura de muchos libros y las discusiones con su mamá, Esperanza Brito se dio cuenta que la lucha feminista “no era contra los hombres, sino contra el sistema opresivo y discriminatorio que convierte a todas las mujeres en seres inferiores a los hombres; y por primera vez en mi vida me di cuenta que yo también había sido discriminada por mi padre, por mis hermanos Rodolfo y Manuel, por mis tíos y algunos maestros”.

El primer paso de Esperanza, ama de casa, madre y esposa, para entrar e instalarse en la esfera pública, lo realizó como periodista. En 1963, empezó a escribir n la página de sociales en Novedades, en donde siete años después pasó a la página editorial. En 1971ingresó a la revista Siempre, con la cual colaboró durante tres años. Allí vivió su primer reconocimiento público, cuando recibió en 1973 el Premio Nacional de Periodismo “Juan Ignacio Castorena y Visúa” que le fue otorgado a la ya convencida feminista militante por un reportaje sobre las mujeres destacadas de México, titulado “Cuando la Mujer Mexicana quiere, puede”.

El trabajo periodístico de la directora de Fem se extendió a colaboraciones con revistas tradicionales para mujeres, como Vanidades, Buen hogar y Cosmopolitan lo que le costó fuertes críticas por parte de muchas feministas. “Yo lo tenía muy claro: Siempre pensé, que se debe luchar lo mismo fuera que dentro del sistema”, comenta Esperanza Brito, al señalar que trabajando en estas revistas para mujeres tuvo la oportunidad de publicar muchos temas feministas.

A principio de los años 70’s, con el auge internacional del movimiento feminista, Esperanza Brito y otras feministas, empezó el análisis de códigos legales mexicanos para detectarlos preceptos discriminatorios, y pugnar por cambiarlos, “una lucha que sigue vigente hasta hoy”,enfatiza, al mencionar que los códigos civiles de las entidades federales mantienen artículos que van en contra del principio de la equidad entre los géneros, como son aquellos que se refieren a la familia y paternidad, entre otros.

En 1972, Esperanza Brito y otras 23 feministas más constituyeron legalmente el Movimiento Nacional de Mujeres, que solo tres años después, ante la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer que las Naciones Unidas realizaron en 1975 en la Ciudad de México, vivió su primer enfrentamiento ideológico con otros grupos feministas más radicales, especialmente con el Movimiento de Liberación de las Mujeres, quienes rechazaron el Año Internacional de la Mujer y la Conferencia Mundial, organizada por la ONU. Mas serenas, y con la intención de “aprovechar la publicidad que el evento le iba a dar a la situación de las mujeres”, Brito y sus compañeras, optaron por los diálogos con las y los políticos/as para impulsarlas demandas principales del movimiento feminista, como lo fue la lucha por el aborto libre y gratuito.

Cuenta Esperanza que: “en 1976, año en el cual se escribió y discutió a nivel nacional e internacional mucho sobre el tema del derecho al aborto, organizamos la Primera Jornada Nacional sobre Aborto, que concluyo, con el primer documento feminista mexicano a favor de la legalización del aborto”. Este documento, que incluyo las demandas por establecer la educación sexual desde la primaria; la información sobre los anticonceptivos desde la secundaria; el acceso a los métodos anticonceptivos; el aborto libre y gratuito; el rechazo a la esterilización forzada; y el rechazo al aborto como sistema de control demográfico, fue presentado en noviembre de 1976 ante la Cámara de Diputados, que “lo ignoró y lo archivó”, señala Brito.

En 1978 surgió el Frente Nacional por los Derechos y la Liberación de las Mujeres, integrado por sindicatos y partidos políticos, y paralelamente otros grupos feministas como el Movimiento Nacional de Mujeres, el Colectivo La Revuelta y el Movimiento Feminista Mexicano, formaron una alianza –sin adherirse al Frente- para impulsar la lucha por los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, incluyendo el aborto libre y gratuito, que hoy denominamos maternidad voluntaria.

“En 1980 mujeres de la Coalición y del Frente elaboramos el anteproyecto de la Ley de una Maternidad Voluntaria y surgió una nueva alianza”, cuenta Esperanza, al destacar que durante la campaña política de 1978, el Partido Comunista había adoptado como parte de su plataforma las demandas de las mujeres, incluido el aborto. Sin embargo, el PC no promovió el proyecto de Ley, “cuyo destino fue el olvido, y sentí, que nuestros aliados nos habían traicionado”, dice Esperanza Brito. En 1988 se fundó el primer Centro de Orientación y Apoyo a Personas Violadas (COAPEVI), y en 1989 se inauguró la primera Agencia Especializada en Delitos Sexuales en la delegación capitalina Miguel Hidalgo.

El COAPEVI sobrevivió solamente dos años y desapareció, en septiembre de 1990, lo que provoco una lucha más ardua y logramos impulsar la creación del nuevo Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar y Sexual (AVISE). “La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, ya había fundado el Centro de Terapia de Apoyo para Víctimas de Violación, cuando Ignacio Morales Lechuga; entonces procurador de Justicia DEL Distrito Federal aceptó fundar con nosotras el CAVI, el Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar, cuya primera directora fue Barbara Yllán”, cuenta Esperanza. Hoy, Esperanza Brito no solo se dedica a dirigir la revista también es Presidenta de la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca Neutral, que se dedica a la protección de la infancia, pues“siempre he pensado que los derechos de las niñas y los niños están íntimamente ligados a los de las mujeres, así, que no siento salirme de la línea feminista, sino por el contrario la refuerzo”. Y agrega que “ahora, con el homenaje recibido, tengo todavía mas trabajo, pues quiero cumplir con las expectativas hacia mí”.

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