jueves, 14 de junio de 2007

Los niños con los niños y las niñas con las niñas

Foto de la escuela de Velilla de 1956*
Por Haideé Mata
En nuestra vida escolar tácitamente nos dividen: niñas para acá, niños para allá, aseguran que es para inculcarles el hábito de la disciplina pero va más enfocado a construir abismos entre las igualdades de ambos sexos, con el propósito de mantener una distancia que favorezca el enajenamiento en las relaciones.

Cierto es que los hombres se sienten a gusto entre hombres y las mujeres se sienten de igual manera cuando se reúnen.

La empatía que existe entre los sexos iguales, derivado de que las vivencias son semejantes crea un ambiente de seguridad. No es de extrañarse que una gran porción de hombres se enamoren de hombres e infinidad de mujeres sientan amor por mujeres; saben que se identifican mutuamente y se admiran.

También hemos de recordar que no sólo existen dos sexos; en la clandestinidad de esta gran familia que es el mundo imperan sexos distintos que no por ser prohibidos dejan de existir.

Pero regresando a los niños con ellos y las niñas con ellas, el fomentar esa división genera el mundo rosa y el mundo azul, quien se tiña de otro color es un inadaptado.

Mientras más nos separen, más nos harán creer que no somos iguales y en esa diferencia radicará la superioridad de ellos sobre de ellas. Según ellos y algunas ellas.

Aunado a lo anterior, entre los mismos sexos no nos dejan ser; hemos de recordar cómo entre mujeres nos han enseñado a competir y que no prevalezca la unión, propiciando que tengamos luchas a muerte donde el único que gana es aquel que le conviene que no seamos unidad para fortalecernos.

A los hombres les van creando el sentimiento de complicidad para juntarse y ser fuertes.

Ellas, ellos; las diferencias e igualdades entre sexos deberían de ser para mantener un equilibrio en la naturaleza y no para adjudicarse la hegemonía de uno sobre la otra.
* Esta foto está tomada en Velilla en el año 1956 y la maestra es doña Angelines.
De izquierda a derecha y de abajo a arriba
1º fila Paquita, Avelina, Gildo, Pepe
2ª filaDelita y Kiki
3ª fila Marisol, Josefina, Élida, Pepe (el de olimpia), Baltasar y Toribio
4ª filaFeli, Vicenta, Angelines (hija de la maestra), Manolo y Pepe
La foto original era de de unos 6x8 cm y estaba doblada en varios sitios.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Coincido contigo, pues de niños nos inculcan así y es por eso que de adultos el hombre no entiende a la mujer o viceversa. Pero también quiero agregar que un niño o niña a partir de los 5 años recien define su sexualidad. Es decir que si un niño esta rodeado niños como él y la imagen de su papá acentuará su género, claro eso no significa se aleje de las niñas, sino ir construyendo su propia identidad sexual.

Haideé Mata dijo...

Bienvenido Miguel.

Comparto de alguna manera tu opinión; en la mayoría de los casos sin generalizar, es a temprana edad cuando el ser humano define su sexualidad -no siempre-.

Opino que el acentuar tan marcadamente las diferencias ha servido para generar desigualdades, mismas que sirven para impedir que se construyan puentes de comunicación de manera más igualitaria entre hombres y mujeres.

Y quien se salga de ese molde será estigmatizado.

Gracias por tu comentario.

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