Crónica de un desnudo en el zócalo

Spencer Tunick, 2007, Cd. de México

Entre emoción, incertidumbre y nervios... muchos nervios. Nunca antes nos habíamos desnudado en alma y cuerpo ante nuestra sociedad. Griselda Rodríguez.

El Universal
Ciudad de México

miércoles 23 de mayo de 2007

Eran las 3:40 AM, la alarma de mi celular sonó y me apresuré a bañar, pues debíamos salir de casa en 20 minutos ya que la cita era a las 4:30 am en la plancha del zócalo.

Ya listos nos dispusimos a partir sin saber o imaginar lo que encontraríamos.

Dieron las 4:20 AM dejábamos el auto en un estacionamiento de 16 de Septiembre y observábamos a todos los que igual que nosotros llegaban en ese momento, indescriptiblemente todos con un mismo animo; entre emoción, incertidumbre y nervios... muchos nervios. Nunca antes nos habíamos desnudado en alma y "cuerpo" ante nuestra sociedad.

Comenzamos nuestra caminata para encontrar la fila que nos permitiría llegar a donde el registro de ingreso, cuando la encontramos, tuvieron que pasar 90 minutos, cientos de metros y unos miles antes de que pudiésemos ingresar a la zona de la foto.

Al fin llegamos a la entrada y unos metros antes de entrar me abordó la actriz Wanda Suex (o lo que queda de ella), preguntándome por qué iba a participar, mi respuesta fue simplemente "HACER HSITORIA". En seguida escuchamos que debemos entrar corriendo con el registro en la mano pues el tiempo apremia.

Finalmente entramos y tomamos un lugar. A las 6:30 aparece Spencer Tunick, saludando a los que ya nos encontrábamos allí; comenzó agradeciendo nuestra presencia y explicándonos las posiciones que deberíamos adoptar en las distintas tomas y que en un momento más daría la indicación para "el encuere". Acto seguido él nos prometió una sorpresa.

A las 6:45 habló nuevamente diciendo: México ¿están bien?, ¿están listos? Bien, les recuerdo que debemos seguir las instrucciones y hacerlo rápido ya que debemos ganarle la carrera a la luz del sol.

México ¿están listos? bien uno, dos, tres... encuérense.

México are you ready?? good one, two, three....NAKED!

Al unísono los congregados comenzamos a desvestirnos lo más rápido posible para tomar un buen lugar en la foto. En lo personal puedo decir que no lleve ropa interior para agilizar el trámite, jejeje.

Durante esto no hubo desorden, ni morbo, agresiones, físicas, psicológicas o verbales, tampoco miradas insultantes: Corrían los segundos, los minutos, nos encontrábamos miles de mexicanos "desnudos" emocionados, nerviosos y con un frío brrrrr que nos enchinaba la piel, el suelo rasposo del zócalo me hizo pensar en nuestros aztecas.. Que en algún tiempo pisaron esas tierras y han sido mudos ojos de la historia de mi México.

Eran las 7 de la mañana y aún no terminábamos de colocarnos cada uno en su lugar: uno en cada cuadro. Cabe mencionar que el sonido era pésimo, no se entendía nada, pero nos fuimos pasando la voz uno a uno. Tunick contaba un megáfono y su traductor con otro, los asistentes no daban una, pero a pesar de esto, las risas (nerviosas), el frío, los albures y el buen humor, no cesaron. Por lo anterior nos paso desapercibida la primera toma con el saludo a la bandera (que brillo por su ausencia). Esta toma se realizó por ahí de las 7:15 am aproximadamente En seguida dio la instrucción de la posición "A" (de pie con los brazos a lo lados).

Seguida de la posición "B" recostados con la cabeza apuntando hacia el hasta de bandera, mirando hacia el cielo con los ojos cerrados. ¡Ufff! que frío y empedradito ¡Híjole". Los voluntarios nos pedían bajáramos las rodillas y estiráramos las piernas. Tunick ya comenzaba a mostrarse inquieto, nervioso y hasta sacado de onda (creía que estaba con Neoyorquinos, Londinenses o algún otro lugar en Europa, en los que dice quietos y listo jejej) gritaba ¡Por favor! ¡Por favor!. Finalmente después de unos siete minutos se logró la toma. Ese fue un momento mágico y maravilloso, cuando nos levantamos brillaban los primeros rayos del sol y un grito mexicano de éxito retumbo en el zócalo.

Venia la última toma con la posición "C" de forma fetal de frente a la catedral, en nuestro zócalo comenzó a escucharse "NORBERTO, EL PUEBLO SE TE ENCUERA". Ya en posición, huy!! las piedra lastimaban y así permanecimos algunos minutos, pues no faltó el curioso que levantara la cabeza para apreciar la maravillosa e increíble vista que formaban nuestros cuerpos. Una vez concluida, pidió nos dirigiéramos a 20 de Noviembre y a la voz de "voto x voto, casilla x casilla" comenzamos a caminar. Tunick apareció montado en una escalera eléctrica portátil, para continuar con sus indicaciones mientras imploraba ¡Por favor! ¡Por favor!

Ya colocados como él dijo, solicitó levantáramos la mano izquierda apuntando a las oficinas del ex-jefe de gobierno "el peje" y que levantáramos el dedo índice. La siguiente toma fue tomarnos de los hombros con los compañeros de al lado, wowwww que maravilla, transmitimos una vibra increíble. Hizo sus tomas y fue entonces cuando pidió a los hombres que se vistieran y salieran de la plancha, no sin antes agradecerles su participación.

Ya solas nos indicó que fuésemos a la esquina del zócalo al costado izquierdo de 20 de Noviembre. Comenzamos a dar vueltas como borregas jejej y pasó en un momento por mi mente dejar de seguirlos ya que no nos decían nada; pero desistí, tanto esperar, desvelada y con mucho frío y salirme no sin antes culminar mi participación, que no lo hice. Fue entonces que "algunas mujeres" comenzaron a sentirse agredidas, pues "algunos hombre" ya vestidos tomaron su cel y comenzaron a tomar fotos, a mi me pareció algo lindo pues querían llevarse parte de ese momento histórico: tener a unos miles de mujeres en cueros en la plancha del zócalo; ellas gritaban "fuera, fuera"; me pareció exagerad pero bueno. Cuando finalmente logró acomodarnos como el quería nos pidió acostarnos de nueva cuenta en el asfalto brrrr con los ojos cerrados. Al fin terminamos, nos agradeció y convocó a las mujeres que tuviesen cabello largo y negro para una foto más que se realizaría el lunes.

Las mujeres comenzamos a caminar por la plancha para tomar nuestras ropas y vestirnos, pero los hombres ya para entonces, dicen que comenzaron a agredir verbalmente, lo cual a mi no me consta, ni me sucedió.

Tal vez perdemos de vista que somos seres sexuados y que en algún momento podría suceder. Mi esposo me habló de la solidaridad de algunos hombres con una mujer en especial: LE VINO LA MENSTRUACIÓN EN ESE MOMENTO, tuvo que salir de la foto y con las piernas chorreadas de sangre buscaba su ropa, "un hombre se la acercó y le dio su playera para que se limpiara y no manchara su ropa". ¿Por qué nadie valora ese acto de solidaridad y protección?

Hubo otros que hicieron valla para que pasáramos y otros nos aplaudieron y algunos más nos esperaron desnudos por solidaridad de condiciones.

En fin.... cuando llegué a donde se encontraba mi esposo me dispuse a vestirme con lágrimas en los ojos. Esa mañana renací en el zócalo, jamás veré la plancha con los mismos ojos. He sido parte de una página en la historia de México y puedo decir que soy parte de algo, que pertenezco a alguien.... a esos 18,000 o más mexicanos que compartimos la emoción y la satisfacción de descubrirnos libres, sin atavismos, pero lo más importante: plurales, tolerantes y trasparentes en este México que le ha dado otra cara al mundo.

Gracias a Spencer Tunick por invitarme a ser diferente, al El Universal por su espacio y a todos los que como yo DECIDIMOS SOBRE NUESTRO CUERPO Y PERSONA.